Sé que va a sonar un tanto extraño y posiblemente
sea difícil de creer lo que me ha pasado esta mañana, pero es real como la
vida misma.
Iba como cada mañana de vuelta a casa del
colegio y estaba esperando en el metro de Pueblo Nuevo, justo en el andén del medio. El metro tardó en llegar un par de minutos. Como siempre me senté de
espaldas a las puertas del vagón que permanecen cerradas durante el recorrido
hasta Estadio Olímpico. No sé por qué siempre me siento ahí, a pesar de que la gente entra y
sale y es más fácil distraerse.
De repente, cuando más concentrado estaba en
mi lectura una voz sonó por encima de mi cabeza. Era una voz muy conocida para mí. Miré
por debajo del libro y vi unas zapatillas deportivas.
-¡Disculpa!- me dijo de nuevo.
Rápidamente pensé que como mi mochila estaba
encima del asiento quizás quisiera
sentarse, pero,… ¡si el vagón estaba vacío!- dije para mí.
Sin mediar palabra cogí mi mochila y la
puse en el suelo, entre las piernas, . El hombre se sentó a mi lado y los dos nos
quedamos un poquito apretujados, bastante incómodos y en una vagón vacío.
-¡Sera posible!- me dije, así que saqué la
mirada del libro y me dirigí a él:
-¡Oiga podría…! ¡¡¡MOURINHO!!! ¡Pero si eres
el entrenador del Madrid!, pero ¿qué haces aquí?, ¡Mourinho cogiendo el metro! Cuando
se lo cuente a mis alumnos ¡no se lo van a creer!
-¡Está bien!, ¡está bien!, cálmate. Sé de
buenas tintas que ni siquiera te gusta el fútbol así que no dramatices. Me
interesa más saber qué está pasando con tus chicos ¿todo bien?
- Sí, claro que sí. ¡Son unos chavales
estupendos!
- No lo dudo, pero ¿aprenden algo más que las
cuatro operaciones básicas y a resolver problemas?, ¿se organizan el estudio?,
¿son independientes realizando los ejercicios?, ¿saben lo que quieren hacer
cuando acaben secundaria?
-¡Bueno! Eso último es un poco pronto todavía
¿no crees? Estamos acabando Primaria.
-Muchacho, déjame que te diga que si el
gusano de seda no supiera que se va a convertir en mariposa no se arrastraría
por el suelo.
-¡Uff! Ya estás con tus comentarios
alarmistas para llamar la atención. Sé que quizás soy un poco exigente, que me
gusta que traigan la tarea de casa y que corrijan los ejercicios en clase, que vayan
más allá de lo meramente evidente y que el sólo hecho de hacer las actividades
sea para ellos un refuerzo en sí mismo. Pero no quiero que se haga desde la imposición o la
autoridad,
- ¿y las expectativas de continuar
estudiando? Amigo, tienes que cuidar la cantera.
-Por supuesto, tengo alumnos que quieren
hacer de todo, desde actividades profesionales como peluquería hasta estudiar
ingeniería informática. ¿Me estás insinuando que debería indagar más acerca de
cuáles son sus gustos y preferencias? ¿Acaso crees que el mero hecho de darles
la información haría que generaran expectativas?
Bueno,… la verdad es que cuando algún alumno
me ha comentado que no quería seguir estudiando y... qué tipo de trabajos se puede acceder sin la
secundaria pues, la verdad, me ha dejado un poco descolocado, vamos sin palabras. No
me esperaba este tipo de preguntas. Y eso hace que cambie todo e incluso, que su manera de estar en clase
sea diferente.
Recuerdo que en mis años de universidad
algunas asignaturas eran de obligada asistencia, se pasaba lista cada día y
aunque aprobaras todos los exámenes parciales si no ibas a un número mínimo de
clases suspendías. Ello hacía que atendiéramos todos desde la obligación, lo
cual lo hacía todo menos interesante.
-Estoy de acuerdo contigo. En el fútbol pasa
algo similar. Me interesa saber cómo se posicionan mis futbolistas frente al
deporte que juegan y creo que es algo que deberías hacer con tus alumnos,
ayudarles a investigar cómo están posicionados frente a sus estudios, cómo se relacionan con la materia
que practican, qué y cómo trabajan en casa, que hacen conjuntamente con sus
padres cuando son ayudados. Sé muy bien cuando un futbolista sólo le interesa el trabajo individual, o el marcar goles por
encima de cualquier otro jugador al precio que sea, o por el contrario cuándo
tengo delante a un jugador que prioriza el trabajo en equipo, que gana si ganan
todos y que pierde si lo hace el equipo, o al que le gusta el fútbol por la
popularidad que ofrece el salir en televisión o el pulverizar récords,…
¿Y tú? ¿Qué priorizas? ¿Cómo te posicionas
frente a tus alumnos?
-Buenos pues,… como maestro supongo.
- Bueno, pues gracias por tus sugerencias. Además
tengo muchos días de clase para compartir esto con mis alumnos así que de
alguna manera les haré llegar tus palabras. Espero
recordar esta conversación para ser lo más fiel posible.
- Hasta pronto.
Y salió en García Noblejas y se dirigió hacia
la salida. Después el metro arrancó y le perdí de vista. Estuve a punto de
decirle algo acerca de la derrota frente al Betis, pero no quise meter el dedo
en el ojo que, dicho sea de paso, de eso él sabe mucho.
Saludos